26/6/11

Rejas

Hoy te escribo desde mi encierro, desde esta glacial celda a la que fui condenado y de la que saldré cuando emane mi último suspiro. Dicen que la cadena perpetua aquí no se permite, ¡cómo que esto importara! Yo fui condenado, y de este encierro no hay ley que me salve.

Sí, ya sé que querrás decirme lo de siempre, que me libere y que pierda el miedo, pero...tú no entiendes, en esta celda hay tantos fantasmas, propios y unos cuantos ajenos que vinieron buscando alojarse en mi, y vienen a mí en forma de recuerdo, juegan conmigo, son los peores carceleros, aunque siempre yo puedo aprender algo de ellos.

Una pelicula sobre mi vida en mí cabeza, eso vivo, llena de flashbacks, película de bajo presupuesto. Al primer momento veo a mi madre joven y feliz como el día que la conocí, al siguiente, estas rejas frías y oxidadas. Parpadeo, y de mi joven y feliz madre solo veo su tumba y flores secas en las manos de un inocente niño que aun espera que despierte para entregarlas, reacciono nuevamente y me descubro en el rincón menos iluminado del calabozo. Ir y venir, llorar, sonreir, vivir, morir, soñar, despertar... caminar. En esto se ha convertido mi vida dentro de la celda que me construiste, aquí solo converso con mi sombra.

Pero si de algo tengo certeza, es que todos están en un celda, solo que aún no logran descubrirlo... Ahora mi siguiente paso es destruirla sin importar que tiempo me tome hacerlo.

1 comentario:

  1. todos atrapados... algunos quieriendo y otros ya acostumbrados al encierro, a veces ese encierro te da más libertad que fuera de él...

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