15/5/10

Ausencia


No tengo miedo, voy a contarte la historia. Recuerdo su mirada,las lágrimas no se habían secado de sus bellos ojos, recordaba a su hijo.

Era como un ruiseñor, eso decía, volaba libre por el mundo, iba conociendo nuevos universos, algunos iguales otros distintos, era feliz, una estela de tranquilidad y misterio dejaba por donde pasaba ¿Has conocido alguna vez alguien así?. Fue de los mejores seres que pude conocer, es cierto ya no está, una rosa cargada de muerte atravesó su vida.

El problema fue la gente que no pudo comprender lo que decía aquel ruiseñor, él, solo entregaba alegría a los demás, quería que los demás sean libres como él, pero, los cazadores de libertades lo perseguían, disparaban rosas cargadas de espinas, uno de estos dardos lo alcanzó, llegó directo a su pecho. La espina no había llegado aún al corazón del ruiseñor, pero lo sentía, estaba muriendo, y él solo pensaba en música. Ahora su madre lo recuerda con música.

Se cuanto amas las rosas rojas, pero, desde ese día no hay una sola rosa roja en mi jardín.

9/5/10

Fragmentos de luna


Luna con destellos de tristeza
que mutas o te escondes cada noche
pon tu luz plateada en mi camino
da un tenue brillo a mi destino
revísteme de tu fulgor
como a la fecunda tierra

Se así
siempre sutil, siempre tierna
imperceptible
pero visible
en el profundo manto de la noche
y no como el calcinante sol
que quema a los fríos y sombríos cuerpos
que de la penumbra son dueños
y de la luna hijos.

5/5/10

QUIMERAS


Después de tantas horas de espera llega aquel momento tan anhelado durante todo el día, después de horas y horas y de bullicio, de gente que pasa, de llamadas telefónicas, de labores cotidianas. Llega la noche y el momento más delicioso y de deleite llega, tu soledad, tu habitación, tus pensamientos comienzan a pertenecerte nuevamente, son tuyos, te reprochan tu falta de atención durante todo el día, les pides disculpas, vuelven a ti.

Ahora por fin te perteneces a ti mismo y no eres un simple fragmento para las personas, ya no eres una ayuda repartida a pedazos a la que acuden cuando ya no tienen más salidas, para después olvidarte relegarte a un rincón.

Te quitas la ropa y vistes una más cómoda que te ayuda a sentir mejor ese momento, ese encuentro contigo misma, con tus sueños, tus pensamientos y tus fantasmas.

Te recuestas sobre tu cama, posas la cabeza sobre tu almohada (aquí todo te pertenece, ese deseo de sentir que algo es tuyo y que nadie te lo puede arrebatar) y te sientes tan agradecida con ella porque es el único apoyo real donde tu mente se relaja, aquí todo es silencio, te está permitido soñar. Piensas en todo esto cuando de repente sin darte cuenta, de la forma más sutil, has caído en un profundo sueño, has salido por completo del mundo de la luz para infiltrarte en tu paraíso de tinieblas.

Aquí tu vida comienza a cobrar sentido, te permites escuchar las gotas de lluvia pelearse por llegar primeras al suelo de tu mente, refrescarlo, sigues caminando en tu mundo de sueño y de pronto ante ti aparece ese ser al que tanto esperabas encontrar, siempre es tan difícil hallarlo, es muy juguetón, le encanta esconderse tras las pupilas de tus ojos, y cuando los cierras y sabe q los vas a encontrar baja y se esconde en un latido de tu corazón, llega a los pulmones y te corta la respiración, pero no importa esta vez lo encontraste, se hallaba un tanto distraído. Cuando él juega y no lo hallas te desesperas, pero a pesar de todo te fascina como es, libre, risueño y tu no quisieras que pierda sus alas jamás.

Él es cruel, pero no lo sabe, juega contigo, te hace probar néctares prohibidos, inalcanzables en la realidad putrefacta, pero no te importa, es un sueño y estás dispuesta a disfrutar mientras dure. Lo continuas observando cuando de pronto escuchas un sonido, un timbre que es ajeno a ese mundo de sueños, una alarma que te pone triste como el timbre de la escuela al niño en la mañana. Sabes que debes regresar al mundo de la luz, abres tus ojos y descubres que un nuevo día ha empezado y tienes que levantar la cabeza alejarte de tu almohada, movilizar tu cuerpo para que nuevamente reaparezca el bullicio, la gente y todo aquello que habías desaparecido horas atrás. Te filtras nuevamente en la rutina solo esperando que llegue la noche para abrir la puerta de tu mundo y alcanzar lo inalcanzable y hallar a aquel ser veloz, juguetón y efímero.

4/5/10

Ambrosía

Llegas como todas las mañanas a ese horrible cuarto que hace muchos años arrendaste con tanta ilusión y con gran alegría pegaste en una de sus ventanas un papel que decía “Se dictan clases de guitarra” papel al que nadie le puso atención jamás y ahora ya se encuentra viejo y amarillento por el tiempo.

Entras en la habitación lúgubre y vacía, estás consciente de que nadie irá, sin embargo allí estás, simplemente para no perder la costumbre.

Sacas algunos discos para escuchar música mientras esperas, no sabes qué esperas, discos de Aute, de Silvio, de Sabina. Sacas tu guitarra simplemente para abrazarla y Aute te susurra al oído “…yo te quiero con alevosía…” de pronto un sopor, una especie de sueño se apodera de ti. Escuchas que alguien golpea la puerta, te sorprendes, pero acudes inmediatamente, una mujer con un aire pensativo miras parada frente a ti, la invitas a pasar, ella camina segura observando cada milímetro de esa desolada habitación, tú no dices nada, sorprendido no sabes bien de qué; de que alguien después de tantos años se haya fijado en ese amarillento anuncio; o de la extraña belleza que rodeaba a esa mujer que parecía flotar sobre esta tierra.

Imaginas tus brazos rodeando la frescura de su cuerpo de pan; tus manos acariciando su vientre de tierra y recorres delicadamente con cada uno de tus dedos su figura, sientes su boca como fruta prohibida, tus peores instintos se ponen a flor de piel y con la mayor exquisitez arrancas de su cuerpo esas prendas que lo único que hacen es cubrir su belleza, su extraña belleza, Al besar sus labios sientes beber ambrosía y el paraíso de Dante viene a tu cabeza al llegar a su sexo, la sientes sublime, la sanes efímera.

En su rostro puedes ver el placer que ella siente al tener tu cuerpo, los dos se convierten en uno, parece que se conocieran desde siempre, es la mujer que tú siempre imaginaste. Cuando sus cuerpos están a punto de llegar al clímax de la pasión despiertas y te descubres exaltado y solo en la desolada habitación abrazando únicamente tu guitarra mientras tu radio sigue sonando “….Pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento desde un hotel de lujo con dos camas vacías…..”

Interpelaciones

¿Eres un sueño?
Te veo siempre que duermo
¿Esa mirada?
Observas un mundo paralelo
¿qué es lo q pasa?
¡No ves que yo no lo entiendo!

¿Tu imaginación vuela?
La mía con frecuencia lo hace
Te siento cerca
¿Eres un sueño?
Te siento lejos
¿Eres real?

La neblina me impide ver
¿Por qué no te encuentro?
En la oscuridad te fuiste
¿O te llevo el viento?
Antes lo fantástico
¿Y ahora? ¡No lo entiendo!

Yo te pienso
¿Alguna vez me has pensado?
Yo te quiero
¿Dónde se esconde el cariño?
Tú que nada sabes explícame
¿Te quiero más de lo que debería?
Este querer me da miedo
¿Lo temes?
¿Está mal?
¿Lo perdonas?

Frío recuerdo


Una fría mañana de invierno caminaba solo por el sendero recordándola, su imagen venía a mi memoria, ese olor a flores, ese olor a campo, aquella grande casa, la recuerda, nos gustaba mucho esa casa porque era grande y antigua, con aire de misterio, con esa oscuridad que tanto le agradaba.

Me perdí en mi mente, en recuerdos, en imágenes pasadas, en palabras hace largo tiempo olvidadas no dominada mis pies, se gobernaban solos, se dirigían hacia usted.

Hoy amaneció lloviendo, eso me encanta, me anima a salir en su búsqueda, y, de pronto, entre paso y pensamiento, entre respiro y recuerdo llegue aquí, usted sabe porque vine a su casa, pero finge sorpresa, se ve tan linda, llevaba una bufanda de seda y guantes, su imagen se impregnó en mi memoria.

De pronto, sin explicación alguna, me doy la vuelta, me marcho, no logra comprender lo que sucede, pero yo, cumplí mi objetivo, respiré el aire húmedo de la mañana y respiré su imagen