5/5/10

QUIMERAS


Después de tantas horas de espera llega aquel momento tan anhelado durante todo el día, después de horas y horas y de bullicio, de gente que pasa, de llamadas telefónicas, de labores cotidianas. Llega la noche y el momento más delicioso y de deleite llega, tu soledad, tu habitación, tus pensamientos comienzan a pertenecerte nuevamente, son tuyos, te reprochan tu falta de atención durante todo el día, les pides disculpas, vuelven a ti.

Ahora por fin te perteneces a ti mismo y no eres un simple fragmento para las personas, ya no eres una ayuda repartida a pedazos a la que acuden cuando ya no tienen más salidas, para después olvidarte relegarte a un rincón.

Te quitas la ropa y vistes una más cómoda que te ayuda a sentir mejor ese momento, ese encuentro contigo misma, con tus sueños, tus pensamientos y tus fantasmas.

Te recuestas sobre tu cama, posas la cabeza sobre tu almohada (aquí todo te pertenece, ese deseo de sentir que algo es tuyo y que nadie te lo puede arrebatar) y te sientes tan agradecida con ella porque es el único apoyo real donde tu mente se relaja, aquí todo es silencio, te está permitido soñar. Piensas en todo esto cuando de repente sin darte cuenta, de la forma más sutil, has caído en un profundo sueño, has salido por completo del mundo de la luz para infiltrarte en tu paraíso de tinieblas.

Aquí tu vida comienza a cobrar sentido, te permites escuchar las gotas de lluvia pelearse por llegar primeras al suelo de tu mente, refrescarlo, sigues caminando en tu mundo de sueño y de pronto ante ti aparece ese ser al que tanto esperabas encontrar, siempre es tan difícil hallarlo, es muy juguetón, le encanta esconderse tras las pupilas de tus ojos, y cuando los cierras y sabe q los vas a encontrar baja y se esconde en un latido de tu corazón, llega a los pulmones y te corta la respiración, pero no importa esta vez lo encontraste, se hallaba un tanto distraído. Cuando él juega y no lo hallas te desesperas, pero a pesar de todo te fascina como es, libre, risueño y tu no quisieras que pierda sus alas jamás.

Él es cruel, pero no lo sabe, juega contigo, te hace probar néctares prohibidos, inalcanzables en la realidad putrefacta, pero no te importa, es un sueño y estás dispuesta a disfrutar mientras dure. Lo continuas observando cuando de pronto escuchas un sonido, un timbre que es ajeno a ese mundo de sueños, una alarma que te pone triste como el timbre de la escuela al niño en la mañana. Sabes que debes regresar al mundo de la luz, abres tus ojos y descubres que un nuevo día ha empezado y tienes que levantar la cabeza alejarte de tu almohada, movilizar tu cuerpo para que nuevamente reaparezca el bullicio, la gente y todo aquello que habías desaparecido horas atrás. Te filtras nuevamente en la rutina solo esperando que llegue la noche para abrir la puerta de tu mundo y alcanzar lo inalcanzable y hallar a aquel ser veloz, juguetón y efímero.

1 comentario:

  1. Y, como dije, éste es el que más me gusta.
    Es lo que nos pasa a varias personas, pero leerlo así hace que todo lo que sucede en la intimidad de los sueños sea incluso más maravilloso.
    ...
    Me encanta tu estilo.
    ¿Será que le pones sígueme-sígueme? ¡Dan ganas de leerlo mil veces! jeje
    ¡muy bien...!

    Post Data: ¡No se ha borrado!... je!

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